Primer poema
Roxana Crisólogo Correa
&
Una luz moribunda
como la que acecha los parques en el centro de Helsinki
mi modernísimo teléfono
me recuerda con un vip
que es el momento de conectarme con el audio
de una voz tristísima
al otro lado del mundo
mi hermana
la voz
se apertrecha en otras voces cálidas
la voz
me aconseja
me recuerda
me imagina en un mundo
irreprochable
y blanco
me felicita
me reinterpreta en el hilo juguetón de las
malinterpretaciones telefónicas
me habla de la felicidad
A la voz
poco le importan
las palabras
que quedaron a medio decir
no le dicen nada las técnicas
para congelar
y descongelar alimentos
ni mis esfuerzos por conducirla
por un territorio
que en mi español de ciudad
no es ni irreprochable ni blanco
Observa
imagina mis uñas
han empezado a caerse por la falta de sol
le digo
pero es solo una voz
que rastrea lo que es bueno
que en el largo viaje del significado se transforma
en una voz cálida
La voz me ha sentido
blanca
lo reconoce
por momentos siente las curvas
que los cerros trazaron sobre nuestras pequeñas vidas
como profundas
/intransitables grietas.
Segundo poema
&
Zonas
que llamaré bosques lluviosos
árboles que en invierno se encerrarán en sí mismos
el casero repetirá convencido
vista al Báltico
Estonia
si la nubosidad lo permite
los rompehielos apenas llegarán cuando el paisaje
se congele
mientras tanto un submarino militar aletea en su mundo
sin ventanas
sé que los de los otros balcones
los menos favorecidos
no llegarán ni a imaginarse el mar
para ellos está reservado este ruidoso ir y venir de autos
y el olor chamuscado del bosque que se taladra a sí mismo
Pretendemos la igualdad dice el casero aunque la luz
discrimina
Me preocupa el tiempo
que pasaré tratando
de impresionar al dueño de este piso
hasta que decida alquilármelo
finjo que no me importa que la vieja mina de carbón
de enfrente
acabe con mis pulmones reconstruidos
con yerbas medicinales de la Amazonía
y un hilo de fe
tampoco debería ser un gran problema tener de vecinas
a dos locas
que beben hasta dejarse caer por las escaleras
aunque el casero insista que son solo sus palabras
las que ruedan
cada fin de semana
y yo debo fingir que nada ocurre
En este edificio vive gente honorable dice el casero
el que discrimina es el sol
El casero aconseja
perspectiva
visión de futuro
comprar
una vista al mar
y no ropa sucia que multiplique
hilos de soledad en el cielo
altos muros que tendrá que saltar mi hija
para ir al otro lado.
(Poemas inéditos de Rompehielos).