Jari Tervo es, sin duda alguna, uno de los escritores más conocidos y leidos de Finlandia. El 27 de octubre, Tervo fue el encargado de abrir la Feria del Libro de Helsinki y su discurso ha despertado interés público.
El discuros de Jari Tervo está cargado de humanismo, respeto a los derechos humanos y de una crítica contundente hacia la Unión Europea, el gobierno finlandés de Juha Sipilä y Turquía de Erdo?an. Debido a lo antes dicho, considero que este discurso merece ser traducido a todos los idiomas del planeta. El discurso ha sido publicado en la página web del evento.
El discurso es bastante extenso y al principio pensé traducir solamente unos párrafos, pero cuando leí todo el texto comprendí que era una pena no traducirlo todo. El discurso está en cursiva y entre paréntisis aparecen algunas de mis anotaciones:
Feria del Libro de Helsinki, 27 de octubre de 2016
Queridos amigos y queridas amigas. Bienvenidos y bienvenidas a la Feria del Libro de Helsinki.
Este otoño en Finlandia hay paz, excepto la brutal violencia nazista. Vivimos tales tiempos que una frase tan excéntrica es la fiel descripción de nuestra patria.
¿Por qué aquí en Finlandia ahora hay tanta paz? ¿Por qué a Finlandia no llegan decenas de miles de solicitantes de asilo, como en el otoño anterior?
Porque nosotros, los finlandeses, como miembros de la Unión Europea, le hemos delegado a Turquía la ayuda a las personas en dificultades. Nuestro subcontratista es un país gobernado dictatorialmente y cuyo jefe considera que el reciente golpe de estado es un regalo de Dios. El golpe ha hecho posible el endurecimiento de la disciplina, latigazos, el encarcelamiento de miles de personas y el afianzamiento de la autocracia en Turquía.
Esto hay que decirlo con mucho cuidado. Nosotros los finlandeses, en conjunto con los demás europeos, hemos confiado el cuidado de los derechos humanos a Turquía, país que nunca llegará a ser miembro de la Unión Europea precisamente porque no respeta los derechos humanos.
Es decir que nosotros compramos palmeras de Groelandia y hielo de Sahara. Esto es sencillamente una realidad surrealista.
Cuando Erdogan, el presidente de Turquía, mutila y enjaula a sus propios ciudadanos, se puede pensar en que si la gente que escapa de la guerra en Siria recibe aunque sea ese mismo trato de él. Claro que no lo recibe.
La Unión Europea le compra a Turquía los servicios de almacenamiento de personas. Esta es una de las tratas de seres humanos más grandes de la historia, pero no es llamada trata de seres humanos.
En Turquía, la gente es almacenada en contenedores, tiendas de campaña, en estaciones de trenes, debajo de puentes, a la interperie.
Los países del planeta son clasificados de diferentes formas. También son clasificados según la manera en que los principios del estado de derecho son puestos en práctica en cada país. Un estado de derecho significa un estado en el que los que tienen el poder están bajo las mismas leyes al igual que los demás ciudadanos o los solicitantes de asilo. Un estado derecho significa también un estado en el que se matienen vigentes los derechos humanos fundamentales.
En una lista reciente de estado de derecho (World Justice Project) los países nordicos aparecen como los primeros. El primero es Dinamarca, el segundo Noruega, el tercero es Finlandia y el cuarto Suecia.
Turquía, el socio de nosotros los civilizados europeos en asuntos de derechos humanos y comercio de armas, no tiene éxito. Nigeria, Sierra Leona, Liberia y Uzbekistán son mejores estados de derecho que Turquía. Todos estos son estados en los que los derechos de las personas son raros, al azar y arbitrarios.
Cuando nosotros, los europeos, creemos que compramos derechos humanos de Turquía, pisoteamos nuestro patrimonio humanitario y cristiano. Estos días no son para nada los momentos de esplendor de Europa.
El racismo, la extrema derecha y el nacionalismo se expanden por nuestro continente. Pocos páises han evitado ser contagiados. Tampoco los países modelos de las estadísticas, los países nórdicos, lo han evitado.
Cuando un nazi comete un acto de violencia brutal en el centro de Helsinki, el euurodiputado del partido los Finlandeses Verdaderos considera que es un acto “lamentable a nivel individual”. El jefe del grupo parlamentario de los Finlandeses Verdaderos, Juho Eerola, describe la violencia nazista como “coincidencia triste”. La violencia política brutal no es nunca una “coincidencia triste”. Cuando un murciélago en su vuelo nocturno choca con las aspas de un molino de viento, eso es una coincidencia triste. (Esta última frase tiene qque ver con la opinión que tiene alguna gente de ese partido político sobre los molinos de viento y el daño que los mismos causan a los murciélagos).
Nuestro primer ministro Juha Sipilä escribe en su diario: “Durante las semanas anteriores han sucedido actos de violencia, que preocupan ampliamente a las personas y debilitan nuestro sentimiento de seguridad. La policía investiga tanto lo ocurrido en la plazoleta de la estación de ferrocarriles como lo ocurrido en Otanmäki.” (Cerca del centro de acogida de otanmäki encontraron a un ciudadano muerto y dos solicitantes de asilo han sido detenidos y el caso está siendo estudiado por las autoridades.)
Ambos actos de violencia son repudiables y los culpables recibirán su castigo a su debido tiempo, pero la equiparación de ambos actos de esa manera es una locura. Según Sipilä, el primer ministro de Finlandia, el sentimiento de seguridad de los finlandeses es trastornado por dos organizaciones extremistas: los nazis y los solicitantes de asilo.
El primer ministro a dicho a los medios de difusión que él no quiso decir eso, pero sí eso fue lo que dijo.
Como un país pequeño, típicamente, en Finlandia se busca el camino del medio porque parece seguro. También se busca camino del medio donde no existe. Entre los defensores y los que están en contra de los derechos humanos no existe un camino del medio y tampoco solución producto de negociación. Los derechos humanos o son respetados o no. El camino del NO nos lleva al infierno.
Los dirigentes políticos finlandeses saben que la xenofobia es una fuerza política fuerte en nuestro país. Los xenofobos votan y sus sentimientos no deben ser ofendidos innecesariamente. Hay que ayudarles cerca de donde viven, es decir aquí.
Esta interpretación es inevitable: la política finlandesa está siendo rehén de los xenofobos. Por eso hacen falta víctimas mortales para que el primer ministro dé una declaración aguada.
El parlamento de Finlandia suele mostrar su inclinación cultural visitando una vez al año la ópera, el teatro o el cine. Eso es algo bueno. ¿Podría el parlamento de Finlandia comprarles una vez al año un libro de ficción finlandés a los parlamentarios? ¿O es que eso podría despertar cólico cultural peligroso en “Arkadianmäki”? (Arkadianmäki es el nombre de la colina donde se encuentra el edificio del parlamento de Finlandia.)
Comprendo muy bien que de los parlamentarios y sus cónyugues toman bellas fotos cuando, cuando llegan a la ópera con ropa de domingo. Los parlamentarios leyendo libros no interesan mucho a los medios de difusión. ¿Pero podría resolverse este problema?
Leer libros de ficción sigue siendo la mejor manera de ponerse en la piel de otra persona. Promueve nuestra capacidad de empatía. Es solamente una palabra civilizada, no hay que temerle. Significa compasión.
Si no se vive con empatía, no se vive. “Ellei elä myötä, ei elä ollenkaan.”
No menosprecio el conocimiento, pero no puedo dejar de citar las ideas de una de las personas más inteligentes de este mundo, del físico Albert Einsteinin: La imaginación es más importante que el conocimiento porque la imaginación no tiene límites.
Vuelvo un momento a la migración internacional que intentamos impedir con dinero. Esta crisis no es en su esencia económica o administrativa sino ética y humana. Por eso tiene solución.
Ese mismo problema moral fue pensado por el filósofo chino Confucio. Desde China la idea se expandió a través de los siglos al judaísmo y al cristianismo. Se menciona en casi todas las religiones de alguna manera. Es una idea ingenua e infantil.
“Trata a los demás como quieras que te trataran a ti”. “Niin kuin te tahdotte ihmisten tekevän teille, niin tehkää te heille.”
Gracias.
Jari Tervo
http://messukeskushelsinki.fi/press-release/jari-tervon-avajaispuhe-helsingin-kirjamessuilla-27-10-2016/
Jari Tervo nació en la ciudad de Rovaniemi el 2 de febrero de1959. Tervo ha escrito una veintena de libros entre novelas y cuentos. A comienzos de su carrera escribió poesía. Algunas de sus obras son: “El hijo del policía” y “Goliat”, obra satírica publicada en el año 2009. Tervo ha escrito también guiones de televión y ha sido galardonado con diversos premios nacionales.